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Versículo clave Filipenses 4:10–20
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece… Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
(Filipenses 4:13,19)
La iglesia de Macedonia nos da un ejemplo poderoso: aún en gran necesidad y profunda pobreza (2 Co 8:1–3), decidieron sostener la obra misionera de Pablo con generosidad. Su secreto no estaba en la abundancia de recursos, sino en la abundancia de amor, fe y obediencia.
Dar no es comprar bendiciones, sino alinear el corazón con Dios. Es un acto que:
- Rompe el poder del materialismo.
- Nos entrena a confiar en la provisión del Padre.
- Nos recuerda que nuestra verdadera riqueza está en el cielo.
Por eso Jesús nos llama a atesorar en lo eterno (Mt 6:19–20) y nos asegura: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hch 20:35).
El dar no se trata de lo que sale de tu bolsillo, sino de lo que sale de tu corazón
Principios espirituales de la generosidad
- Amor que da
- No se puede amar sin dar.
- “De tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito” (Jn 3:16).
- Cuando damos, imitamos al Padre.
- No se puede amar sin dar.
- Fe práctica
- El primer 10% (diezmo) es nuestra manera de decir: “Señor, confío más en Tu provisión que en mi fuerza.”
- “Traed todos los diezmos al alfolí… y probadme ahora en esto” (Mal 3:10).
- El primer 10% (diezmo) es nuestra manera de decir: “Señor, confío más en Tu provisión que en mi fuerza.”
- Visión compartida
- Tu generosidad impulsa la misión: salvar, discipular y enviar.
- La iglesia avanza cuando cada creyente invierte su tiempo, recursos y talentos.
- Tu generosidad impulsa la misión: salvar, discipular y enviar.
- Contentamiento en toda estación
- Pablo aprendió a vivir con gozo en abundancia y en escasez (Fil 4:11–12).
- La generosidad no depende del saldo en la cuenta, sino de la confianza en Dios.
- Pablo aprendió a vivir con gozo en abundancia y en escasez (Fil 4:11–12).
Para aplicar esta semana
- Ora antes de planificar tu presupuesto: “Señor, eres primero en mis finanzas.”
- Separa primero tu diezmo (proporcional y constante).
- Ofrenda con alegría y propósito (2 Co 9:7).
- Sirve en un área concreta (alabanza, multimedia, niños, grupos de amistad).
- Cuenta tu testimonio: comparte cómo Dios te sostuvo en tiempos difíciles; tu historia inspirará a otros.
- Haz un acto de fe: da algo más allá de lo cómodo, creyendo que Dios abrirá los cielos.
Desafío espiritual
La generosidad abre puertas que el dinero nunca podrá comprar: paz, favor, provisión sobrenatural y cielos abiertos. El devorador es reprendido, y lo poco en tus manos se multiplica en las manos de Dios.
Recuerda: la visión de Dios no avanza con bolsillos llenos, sino con corazones rendidos.
Oración
“Padre, gracias por Tu fidelidad. Hoy decido ponerte primero en mis finanzas y en mi servicio. Rompe en mí todo amor al dinero y enséñame a dar con gozo. Abre las ventanas de los cielos sobre mi casa y úsame como un canal de bendición para impulsar Tu obra. En el nombre de Jesús. Amén.”
Atentamente, Pastor Guillermo Ayala


