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1 Tesalonicenses 5:18
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
El corazón agradecido es una de las virtudes más poderosas que un creyente puede cultivar. La gratitud no depende de las circunstancias, sino de la perspectiva. No siempre podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí podemos decidir cómo responder: con queja o con gratitud.
1. La gratitud es un mandato de Dios
La Biblia no nos dice “dad gracias cuando todo salga bien”, sino “dad gracias en todo”. La voluntad de Dios es que el agradecimiento sea un estilo de vida. Cuando agradecemos, reconocemos que todo lo que tenemos proviene de Él (Santiago 1:17).
2. Un corazón agradecido trae paz y gozo
La gratitud cambia nuestra mirada: en lugar de enfocarnos en lo que falta, celebramos lo que Dios ya nos ha dado. El apóstol Pablo, aun en prisiones, escribió cartas llenas de gratitud y gozo (Filipenses 4:4-7). Un corazón agradecido no se deja vencer por la ansiedad, sino que encuentra paz en la fidelidad de Dios
La gratitud abre puertas de bendición
En la Biblia vemos que Jesús mismo daba gracias antes de multiplicar los panes y los peces (Juan 6:11). La gratitud antecede a los milagros. Cuando agradecemos, nos posicionamos para ver lo sobrenatural de Dios en nuestra vida.
La gratitud nos mantiene humildes
Un corazón agradecido reconoce que no somos dueños de nada, sino administradores de lo que Dios nos ha confiado. Al dar gracias, recordamos nuestra dependencia de Él y cultivamos una actitud de humildad.
Hoy te invito a reflexionar:
- ¿Estás más enfocado en lo que te falta que en lo que ya tienes?
- ¿Cómo puedes expresar gratitud a Dios en medio de tus circunstancias actuales?
- Haz una lista de tres cosas por las que hoy puedes dar gracias, y preséntalas en oración.
Oración
Señor, gracias por tu amor y fidelidad. Perdóname cuando me he quejado en lugar de agradecer. Enséñame a vivir con un corazón agradecido en toda circunstancia, confiando en que tú tienes el control. Amén.
Atentamente , Pastor guillermo Ayala.